La fatà il·lâ 'Alî

La fatà il·lâ 'Alî
"Has de saber que aquel que realiza la Futuwwah
es situado delante, cerca del Señor de los hombres.

Preferir el otro a sí mismo, he ahí el adorno del caballero (fatà).
Sea este quien sea, honor a él.

La impetuosidad de las pasiones no lo agitan,
siempre firme como una montaña.

Ninguna pena lo aflige, ningún miedo lo despoja
de sus nobles virtudes en el fragor de su combate.

Mira cómo, él solo, ha derribado los ídolos.
Así es él: suave y duro a un tiempo".

Ibn 'Arabî (Murcia, 1165-Damasco, 1240)

miércoles, 30 de octubre de 2013

Futuwwah, dos realidades

Las dos realidades de la Futuwwah

"El término Futuwwah (que, en este contexto, traduciremos como "caballería espiritual") designa en su origen la cualidad del fatà. Este término, a su vez, designa al hombre joven o al adulto en la plenitud de sus fuerzas, generoso y dispuesto a dar su vida, virtud caballeresca por excelencia. Más adelante, en el siglo IX, y en un momento en el que en el islam se empiezan a concretar diversas formas del conocimiento y de pertenencia comunitaria, el término Futuwwah comienza a usarse para referirse a dos realidades complementarias. Una, más visible, tiene lugar en el plano social en la zona de Irán y Oriente Medio y alude a diversas organizaciones iniciáticas, a menudo practicantes de artes marciales [el zûrjâne persa, por ejemplo] o ligadas a los gremios de oficios. La otra, más profunda, se confunde con los medios sufíes con los que está en contacto. Abû 'Abd ar-Rahmân as-Sulamî (m. 1201), que jugará un papel fundamental en la transmisión de la enseñanza de los primeros sufíes a las generaciones ulteriores, se convirtió en el intérprete de esta segunda realidad en su Kitâb al-Futuwwah (1). En esta obra, a través de diversas tradiciones que se remontan al profeta Muhammad, y de numerosas frases y comentarios de los maestros de la Vía, la Futuwwah aparece como la reunión de todas las virtudes. Encontraremos también esta misma idea en los capítulos XLII y CXLVI de las Futûhât al-Makiyya (Las Iluminaciones de La Meca) de Ibn 'Arabî, lo que no tiene nada de sorprendente si conocemos el profundo vínculo espiritual existente entre Sulamî e Ibn 'Arabî. Efectivamente, este último nos relata en al menos dos ocasiones a lo largo de las Futûhât su encuentro con Sulamî en el maqâm al-qurba, "la estación de la Proximidad". Además, el significado de las tradiciones citadas por Sulamî en su obra sobre la Futuwwah se encuentra de forma implícita en la obra del Shayj al-Akbar [este es el apelativo con el que se conoce a Ibn 'Arabî], "el más grande de los maestros".

[Andrés Guijarro, prólogo en Ibn 'Arabî, Textos sobre la caballería espititual, EDAF, Madrid, 2006, pp. 9-10].  

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