La fatà il·lâ 'Alî

La fatà il·lâ 'Alî
"Has de saber que aquel que realiza la Futuwwah
es situado delante, cerca del Señor de los hombres.

Preferir el otro a sí mismo, he ahí el adorno del caballero (fatà).
Sea este quien sea, honor a él.

La impetuosidad de las pasiones no lo agitan,
siempre firme como una montaña.

Ninguna pena lo aflige, ningún miedo lo despoja
de sus nobles virtudes en el fragor de su combate.

Mira cómo, él solo, ha derribado los ídolos.
Así es él: suave y duro a un tiempo".

Ibn 'Arabî (Murcia, 1165-Damasco, 1240)

lunes, 31 de marzo de 2014

Yihâd o el esfuerzo humano

Yihâd o el esfuerzo humano

"Fundamentalmente, la raíz y-h-d implica los sentidos vecinos de trabajo asiduo y de esfuerzo, de agotamiento e incluso de tormento debidos a este esfuerzo. Es en efecto el sentido de 'esfuerzo' el que prevaldrá en la lengua árabe hasta nuestros días. La condición del hombre reclama de él un esfuerzo constante para mantener un equilibrio a la vez en él, en la sociedad y sobre nuestro planeta. El islam ha transmutado este 'esfuerzo' (yuhd), de carácter general, en yihâd, que consiste en movilizar la energía humana, individual y colectiva, y enfocarla hacia Al·lâh; y esto en todos los aspectos de la vida".

[Éric Geoffroy, Jihâd et contemplation. Vie et enseignements d'un soufi au temps des croisades, Albouraq, París, 2003, pp. 9-10].  

martes, 25 de marzo de 2014

Futuwwah y Heráldica

Futuwwah y heráldica


"Las hermandades que practicaban la Futuwwah se nutrían no sólo de los miembros de la aristocracia dominante, sino también con mucha frecuencia de los gremios de artesanos o de artistas [asnâf]. He aquí, pues, toda una plétora de relaciones, a las que habría que añadir el hecho de que la caballería, en la medida en que la practica la aristocracia dominante, tiene relaciones con la vida de las cortes principescas. Lo nómada, la caballería, los gremios de artesanos, la corte: es imposible que no haya algún aspecto del arte islámico dentro de tal constelación, y nos limitaremos a mencionar uno que tiene su continuidad en el occidente cristiano. Nos referimos a la heráldica, que es evidentemente un arte caballeresco y que integra en su seno, simultáneamente, determinados elementos nómadas -y en concreto el simbolismo animal (el águila bicéfala, por ejemplo, hizo su primera aparición en el arte selyúcida)- y referencias al hermetismo, uno de los fundamentos de la cosmología tradicional que se enseñaba en las órdenes de Futuwwah".

[Titus Burckhardt, El arte del islam, J. J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 1988, 97-98].  

sábado, 15 de marzo de 2014

Caballería espiritual, luz y color

Caballería espiritual, luz y color

"Éste es todo el secreto de la relación entre rabb [señor] y marbûb [caballero]. Hemos visto que esa relación es una solidaridad recíproca; el señor tiene necesidad de su caballero para ser manifestado; éste tine necesidad de su señor simplemente para ser (...). Entre el rabb y el marbûb, el señor y el caballero, hay la misma relación que entre luz y color; es literalmente cierto decir que el marbûb 'lleva los colores' de su señor, y ésa es tal vez la intuición que se encuentra en el origen de la ciencia heráldica, la ciencia de los emblemas, como ciencia sagrada".

[Henry Corbin, Templo y contemplación. Ensayos sobre el Islam iranio, Trotta, Madrid, 2003, p. 59].

miércoles, 12 de marzo de 2014

Cofradías de arqueros turcos

 Cofradías de arqueros turcos

"El objeto de estas cofradías u órdenes es ayudar al arquero a ser excelente en su arte, y está claro que la esencia de esta excelencia consiste en hacer perfecta el alma individual. Por esta razón, el arco se identifica con el ser humano e incluso se da a sus diferentes partes un nombre correspondiente a una parte del cuerpo humano. Así la individualidad imperfecta a menudo se equipara a un arco curvado, su verdadero Sí a la flecha recta y el vuelo de esta flecha que sale del arco, a la liberación del Sí, o del Espíritu, de las tinieblas del 'yo'. El disparo y el vuelo de esta flecha del Espíritu presuponen que el arquero ha destruido en su alma toda imperfección y toda ilusión; el objetivo que han de alcanzar las flechas -ya sea un blanco dado, o también, como entre los turcos en particular, una gran extensión que hay que salvar- no era otro en realidad que Dios".

[Joseph Epes Brown, El arte del tiro con arco, seguido de Ananda K. Coomaraswamy, El simbolismo del tiro con arco, J. J. de Olañeta editor, Palma de Mallorca, 2007, pp. 17-18].