La fatà il·lâ 'Alî

La fatà il·lâ 'Alî
"Has de saber que aquel que realiza la Futuwwah
es situado delante, cerca del Señor de los hombres.

Preferir el otro a sí mismo, he ahí el adorno del caballero (fatà).
Sea este quien sea, honor a él.

La impetuosidad de las pasiones no lo agitan,
siempre firme como una montaña.

Ninguna pena lo aflige, ningún miedo lo despoja
de sus nobles virtudes en el fragor de su combate.

Mira cómo, él solo, ha derribado los ídolos.
Así es él: suave y duro a un tiempo".

Ibn 'Arabî (Murcia, 1165-Damasco, 1240)

jueves, 30 de abril de 2015

Yihâd, el gran combate interior

Yihâd, el gran combate interior

"El derviche sabe que solo el gran combate interior (yihâd), no las ideologías impostadas, libera de uno mismo y, por ende, transforma el mundo de verdad, puesto que, digámoslo una vez más, no hay cambio sin cambiarse. Y es que el fermento de toda metamorfosis colectiva no es sino dicha conversión existencial del ser humano. Es perfectamente vano, pues, como sostenía René Guénon, esperar poder operar un enderezamiento social limitándose al ámbito meramente social. El soberbio desea cambiar el mundo; el sabio, cambiarse a sí mismo. «En verdad Dios no cambia la condición de un pueblo mientras este no cambie su propia condición» (Corán 13, 11)".

[Halil Bárcena, Perlas sufíes. Saber y sabor de Mevlânâ Rûmî, Herder, Barcelona, 2015, p. 72].

lunes, 13 de abril de 2015

Artesanía y enseñanza

Artesanía y enseñanza


"En el arte o la artesanía -la tradición no separa estas dos profesiones- la enseñanza suele ser muda; el discípulo ve hacer a su maestro y lo imita. Pero no sólo hay los métodos de trabajo; el buen artesano se distingue por todo un conjunto de valores humanos: paciencia, disciplina, sinceridad. No puede sobrestimarse la cualidad pedagógica del arte en el sentido tradicional de este término. Entre los artesanos de Fez, hemos conocido a hombres versados en una u otra ciencia, la del fiqh o la del tasawwuf, y más particularmente hombres que veían en las más modestas ocupaciones de su oficio un medio de perfeccionamiento espiritual (ihsân)".

[Titus Burckhardt, Símbolos, J. J. de Olañeta editor, Palma de Mallorca, 1997, p. 61].